A media mañana,
y como no podía ser menos, haciendo alarde de esa hospitalidad que presume el pueblo astur,
realizamos in-situ para deleite de tan honorable visita "un rescate de altura"
y cuando digo de altura no es buscando un lucimiento facil, si no que en este caso pasa a ser textual.
el jodido glider estaba alto, alto, alto...
(tanto como a unos 12-15 metros, en la copa de un eucalipto cariñoso en extremo y que ante la proximidad del vión se empeño en acogerlo en su regazo por los siglos de los siglos)
Visitas en el campo... arbol cabezón empecinado en no soltar su ansiada presa y brigada de rescate que acomete la arriesgada mision de adentrarse en esa zona abrupta, traicionera y lesiva que a nuestro amigo mad tantas señales de guerra a "zarza y sangre" le marco las chanclas.
Tras una larga negociacion infructuosa con el dichoso atrapador, la tensión aumenta y es menester pasar directamente a una técnica de demostración de fuerza por parte del equipo recatador,
sorprendido y quizas un poco asustado, el eucalipto cabrón cesa mínimamente en su presión y el ansiado tesoro, aunque no a nuestro alcance todabía si adelanta un final feliz. A partir de aquí solo queda ver salir a los rescatadores de tan abrupta selva con los restos recuperados y esa sonrisa tallada en la cara de la misión cumplida.
Jarosa, la próxima vez que nos visites avisanos con un poco mas de tiempo y
sacamos el "titanic" si llega el caso.
un placer amigo.