Aunque depende de los gustos, no parece buena idea despertarse un domingo a las 7:00 am para hacer el amor y sentir un orgasmo a las 7:34 am, o una hora antes, o una hora después. Pero estas cuentas no amilanan a Donna Sheehan y Paul Reffell, los dos pacifistas estadounidenses que están convocando al Tercer Orgasmo Global por la Paz para el domingo 21 de diciembre.
Como el solsticio de invierno debe ocurrir a las 12:04 pm hora de Greenwich, y esta invitación se relaciona con la festividad del día más corto y la noche más larga del año, el máximo placer sexual debe alcanzarse entre las 11 am y 1 pm. En el caso de Venezuela, entre las 6:30 am y 8:30 am. Es decir, todavía sin pararse de la cama.
Sheehan y Reffell son cofundadores de la organización antiguerra Bari Witness. Ambos están convencidos de que el clímax colectivo, a escala global modificará para mejor el campo energético para el planeta. Este año están invitando a participar en el orgasmo global a todos los hombres y mujeres, pero especialmente a quienes viven "en países con armas de destrucción masiva y en los sitios donde la violencia es usada en lugar de la mediación", tal como lo reseña la página web
www.globalorgasm.org.
El mundo, asegura, que está celebrando la elección del nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, "y la esperanza de cambio que ha sembrado en nuestros corazones".
El orgasmo global por la paz comenzó en el 2006. Sin embargo, tal como lo admiten sus creadores, los conflictos bélicos continúan alrededor del mundo. Esto no amilanan a Sheehan y Reffell; por el contrario, siguen llamando no sólo al clímax multitudinario, sino a un nuevo paradigma de relaciones entre los seres humanos y la tierra. "Haz el amor y no la guerra", una consigna de la década de los 60, podría usarse en estos casos y sin equivocaciones.
Bienestar personal. Sin ahondar en consideraciones acerca de la supuesta capacidad energética de un orgasmo sincronizado, el sexólogo Fernando Bianco indica que si se lograra que el 90% de la población del planeta ejerciera la función sexual satisfactoriamente (en solitario o en compañía) "seguro que habría una sensación de paz importante".
Una buena respuesta orgásmica relaja a las personas, enfatiza Bianco. "Las hormonas trabajan mejor, el corazón tiene mejor funcionamiento, la gente duerme con mayor placidez. En el ambiente se notaría una situación de 'baja tensión', lo que sería beneficioso".
El cuerpo, en los prolegómenos del clímax, exrperimenta algunos cambios: aumenta el tono muscular, se incrementa la secreción de ciertas hormonas. Luego, una vez que se empieza la tormenta, se reduce la presión arterial, hay sudor y expulsión de calor.
-¿Y en la parte psíquica?
-La persona que ejerce su función sexual sin estar enamorada se sentirá bien, relajada, satisfecha. Podrá dormir mejor, resolver los problemas. Si la persona está enamorada, se agrega la capacidad de soñar, de hacer planes. Algunos individuos entran en un estado en el que todo lo ven maravilloso, toman decisiones rápidas.
Disfrutar de un orgasmo simultáneo no es cosa fácil entre dos sujetos. "Los sexólogos decimos que si la pareja lo obtienen por casualidad, sin mucho estrés, pues, qué bueno", acota Bianco. El especialista advierte que la realidad ha superado la idea de que la entrega es tal que "vamos a acabar juntos". Pero no por ello, hay que dejar de intentarlo el 21 de este mes.
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