Por extraño que parezca, es posible que los
airbags lleguen antes al exterior de los helicópteros que su interior. ¿Elmundo al revés? No tanto, dado que en los accidentes aéreos los choquesno son tan localizables como en un automóvil, y en ocasionessimplemente se necesitaría reducir la velocidad de impacto para salvarlas vidas de los ocupantes. El proyecto Subsonic Rotary Wing de la
NASA ya está en ello, y recientemente ha realizado con éxito su primera prueba.
Parasu ensayo, la agencia espacial estadounidense tomó un helicópterodonado por el ejército e instaló entre los patines una especie dealmohadas de kevlar diseñadas en forma de panal de abeja, de forma queen caso de que el aparato se diera un barrigazo contra el suelo, estecolchón pudiera disipar la mayor parte del impacto.
En laprueba, el helicóptero se inclinó en un ángulo de 33º antes de lanzarlocontra el pavimento a una velocidad vertical y horizontal de 53,1 y52,5 km/h respectivamente, no antes de llenarlo con cuatro maniquíscomo los utilizados en los test de choque convencionales. ¿Elresultado? Aparentemente, el helicóptero y sus ocupantes salieronprácticamente indemnes. El siguiente paso será repetir la prueba sinprotecciones para comprobar la efectividad del sistema. Menos mal quelos
dummies no piden aumentos de sueldo ni cobran plus por peligrosidad.
FUENTE:
Engadget en español